El conocimiento del Ser – Tattva Bodha (versos 35, 36 y 37)

El conocimiento del Ser – Tattva Bodha (versos 35, 36 y 37)

10/02/2020 0 Por Alias_Sanscrito
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https://sanskritdocuments.org/doc_z_misc_major_works/tattvabodha.html

Para consultar los versos en sánscrito/devanagari, por favor acuda al enlace de arriba.

Gracias

Contents

Verso 35. panchakoshatita. Conclusión.

Estas son, por tanto, las cinco envolturas

Verso 36.

Como “mi cuerpo,
mis pranas
mi mente,

Además, mi intelecto,
mi ignorancia ”
así son estos conocidos por uno mismo.

Verso 37.

Del mismo modo, aunque son conocidos como “míos” –
brazaletes, aretes, casa, etc.
son diferentes de “yo mismo”;

Así también, las cinco envolturas, etc.
también son diferentes de “yo”.

porque aunque son conocidos como “míos”,
ellos no son “YO”, el Ser.

A modo de conclusión, el Tattva Bodha nos resume lo más importante de cada una de estas envolturas:

  • Lo más importante, y es lo principal que intenta enseñar el texto, es que todas ellas son transitorias, no permanentes. Es decir son mithyā (मिथ्या) mientras que el SER es Satyam (सत्य). Son envolturas irreales, en el sentido de que no son la causa final.
  • Todas dependen del SER.
  • Todas y cada una de ellas muestran o expresan una faceta del ego, en ese sentido sirven a la vida de su propietario, para desarrollarse en el mundo. Sirven al viaje del atman.
  • Por último, cada envoltura “tiende a su inclinación” de tal forma que obliga a las demás. Una envoltura mental muy fuerte puede acarrear problemas a la envoltura física o energética. Es decir, son independientes, aunque se influyen mutuamente.
  • El cuerpo energético sólo es una batería, sólo sirve para aportar energía al resto de las envolturas.
  • El cuerpo de conocimiento suele ser más débil que el cuerpo mental.
  • Al final, los desequilibrios entre todos ellos, los termina pagando el cuerpo físico, enfermando.
  • El cuerpo Causal, donde se asienta la ignorancia, es la “causa” de Maya, y por tanto el culpable de todo, ya que permite y fomenta que continúe la búsqueda de placer. Esto es así porque la mente reacciona como un imán ante la aparición de cualquier pequeña muestra de falsa felicidad, reflejo del placer inefable que todos buscamos. El cuerpo Causal permite estas tendencias y fomenta la ignorancia. El mecanismo es el siguiente: al obtener un objeto externo que produce placer sensorial la mente se enfoca de tal manera que, por unos instantes, deja pasar una fracción del SER, en forma de felicidad inefable. Tal sensación, por ignorancia, la interpretamos como proveniente del objeto, y no del SER. Y esto produce un recuerdo, una adicción a los sentidos que nos sumerge en la ignorancia otra vez.

La clave aquí está en que normalmente los seres humanos se identifican con los objetos que les pertenecen (“mío”) como si fueran parte de ellos. Si ya lo hacemos con objetos externos, ¿cómo vamos a evitar hacerlo con las envolturas?…  a todas ellas las denominamos con los pronombres posesivos “mi” o “mis”: mi cuerpo físico, mi mente, etc…

Sabemos por otros textos védicos que el observador es distinto de lo observado. Por tanto, todo aquello que observemos no somos nosotros, no es el SER.